Yoga y Asma

El asma es una enfermedad pulmonar crónica caracterizada por problemas respiratorios que se repiten con mayor o menor frecuencia y presenta síntomas como cansancio, pitos o silbidos al respirar, tos  y sensación de opresión en el pecho.
Las personas  que sufren de asma tienen los bronquios (conductos que llevan el aire  a los pulmones) inflamados y debido a ello son muy sensibles a determinados agentes ambientales llamados desencadenantes.
En las personas susceptibles, los ácaros del polvo, pólenes, pelo de gato, virus respiratorios,  humo del tabaco, el ejercicio físico, ciertos medicamentos y algunas sustancias químicas provocan la inflamación de las vías aéreas.
Los bronquiolos inflamados se vuelven más gruesos y son muy sensibles a los cambios climáticos, de manera que se estrechan y aparecen los síntomas, ataques o crisis asmáticas dificultando la entrada y la salida del aire a los pulmones.
El asma no es tan solo una deficiencia física sino que tiene una gran importancia psico-emocional; cuando las personas están nerviosas o ansiosas son más sensibles a los estímulos y más propensos a una crisis asmática. Regular los ejes corporales fisiológicos, mentales, emocionales y espirituales, evidencian la reducción de infecciones en las vías respiratorias superiores y la estabilización del componente emocional.
Con la práctica del Yoga se acentúan los trabajos de reeducación respiratoria y su consecuente integración a la vida del paciente asmático, sumando el trabajo de reaprendizaje postural, relajación y entrenamiento en meditación, ayudando así a mejorar su calidad de vida reduciendo los síntomas. Las posturas permiten la apertura intercostal y tonificación en los músculos de la espalda y el tórax, dando como resultado un aumento en la capacidad respiratoria total y a su vez mejorando la oxigenación orgánica en general.

Las Posturas más beneficiosas para quienes sufren de asma son:   


 Adho mukha Svanasana o carpa              
Utthita Trikonasa














         
        Triangulo lateral                                  


              Dhanurasana o arco        










  
Viparita Karani o media vela


  
          
Matsyasana o pez         

 
Janu Sirsasana o pinza        
Ustrasana o camello 
                                               

Bharadvajasana o torcion sentado




Sirsasana o paro de cabeza       

Savasana o postura de descanso


Respiración por partes:

La mejor postura es la de niño o conejo para realizar este ejercicio. Tratando de mantener el cuerpo lo más relajado posible, apoyamos ambas palmas sobre el abdomen. Al inhalar percibimos cómo llevamos el aire con exclusividad hacia la parte baja del pulmón; entonces notaremos que el vientre se expande como un globo. Al exhalar, también por la nariz, se contrae. Se repite cinco veces, manteniendo el pecho, los hombros y los brazos relajados, y la mente fija en el ir y venir de la respiración.
Luego colocamos las palmas de ambas manos sobre las costillas, entre el pecho y el ombligo. Inhalando, llevamos el aire a la zona del cuerpo donde tenemos apoyadas las manos, las costillas se expanden hacia arriba y afuera. Luego al exhalar, se contraen y se aflojan. La mente va siguiendo y dirigiendo la respiración. Se repite cinco veces.
Por último, apoyamos ambas manos entre el pecho y las clavículas; inhalando llevamos el aire a esa parte de nuestro cuerpo, esta se expande y, al exhalar, se contrae. Se repite cinco veces.


Respiración potente – bastrika

Al inhalar llevamos el aire hacia la parte baja del pulmón; al exhalar, el abdomen se contrae. Este movimiento debe hacerse rápidamente, con energía y ritmo. Se repiten dos series de veinte respiraciones cada una.




Respiración alternada
Elevamos la mano derecha a la altura de la nariz y apoyamos las yemas de los dedos mayor e índice a la altura del entrecejo. Con el dedo pulgar tapamos la fosa nasal derecha; nos quedan libres el meñique y anular los que serán usados cuando necesitemos tapar la fosa nasal izquierda. Inhalamos por la fosa nasal izquierda, tapamos dicha fosa nasal y exhalamos por la derecha. Luego inhalamos por la derecha, tapamos esa fosa y exhalamos por la izquierda. Así completamos una vuelta. Se repiten dos series de cinco veces cada una. Terminamos exhalando por la fosa nasal derecha.